domingo, 18 de agosto de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: El Hombre Elefante de David Lynch.

David Lynch es uno de esos directores cuyas películas están hechas para un público muy particular: Un público que antepone el aspecto visual a la historia. Normalmente, sus obras parecen salidas de una pesadilla de Salvador Dalí (Buen ejemplo de ello es EraserHead y gran parte de Mulholland Drive) pero "El Hombre Elefante" es, junto a "Una historia Verdadera", una de sus películas más... apreciadas por el público en general. Y es que la historia de este hombre con una rara malformación física no queda indiferente para ningún espectador. La historia comienza con uno de esos famosos circos de "fenómenos" o "Freaks", como los llamaban en la época, donde un médico (interpretado por el siempre correcto Anthony Hopkins) encuentra a John Merrick (a quien da vida un irreconocible John Hurt), un hombre aquejado de una horrible enfermedad que le ha provocado una serie de malformaciones físicas. Estás malformaciones le han dado el sobrenombre, entre el mundillo de representantes circenses sin escrúpulos, enanos y mujeres barbudas, de "Hombre Elefante" según dicen porque su madre fue "atacada por un elefante mientras estaba embarazada". En un primer momento, Merrick sólo es el instrumento del médico para alcanzar la fama en el mundo de la medicina. Pero, conforme avanza la película, la relación con Merrick se va estrechando y surge la amistad entre ambos.

Advertir que, si se busca una biografía del personaje, una película que refleje su vida con total fidelidad, ésta no es la película adecuada, lo mejor sería leer su autobiografía si esto es lo que se busca. La película refleja la verdadera deformidad de finales del siglo XVIII: La deformidad de una sociedad en plena transición.
Una sociedad que carece de algo clave si se quiere tener una sociedad sana: Piedad. Por los más desfavorecidos, por los que son diferentes y por aquellos que han nacido bajo una posición social que no pueden cambiar. Pero no pretendo sacar a relucir ese análisis que hace Lynch de la sociedad como un animal enfermo y despiadado. Sobre todo, porque eso ya se ha hecho en más de una ocasión a la hora de analizar ésta película.




La película está rodada en blanco y negro al igual que la ópera prima de Lynch, "EraserHead" perturbadora obra más propia de un oscuro mundo onírico que de una pantalla de cine. Pero, a diferencia de esta, "El Hombre Elefante" es una película con un presupuesto sólido que sirvió a Lynch para dirigir a estrellas en alza, como John Hurt y Anthony Hopkins. Curiosamente, la película fue producida por Mel Brooks, autor de comedias como "El Jovencito Frankenstein" o "Space Balls", que tuvo que ocultar su implicación en el proyecto para evitar que la obra se asociara con el género cómico, tan propio de él.

A destacar escenas muy emotivas, como aquella en la que Merrick asiste a tomar el té en casa del Doctor Treves o las escenas en la que habla de su madre con nostalgia y dolor pero a la vez con un amor incondicional que, sin duda, constituye la única fuerza de voluntad del personaje, la fuerza que le anima a seguir viviendo.

En resumen, "El Hombre Elefante" es una obra imprescindible para los fans del cine en general y de David Lynch en particular. Una película que, puede hacerse algo lenta durante la última media hora, pero nos hará pensar y ayudará a estimular esa parte de nuestro cerebro donde reside la empatía.

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