lunes, 26 de agosto de 2013

En defensa de Jack Slater.

Los que se hayan dado un paseo por este blog se habrán percatado de que soy un gran fan de ese inmigrante austriaco que nació en "un año de hambruna". Me refiero, como no, a Arnold Schwarzenegger. Un tipo carismático donde los haya que siempre ha tratado de entretenernos con películas que jamás ganarán un Oscar o al menos no gracias a él, pero que siempre han cumplido lo que prometían: Puro entretenimiento. Pero no he venido aquí para hablar del actor, eso ya lo hice en otra entrada. No, hoy vengo a hablaros de la que quizá sea una de las películas más infravaloradas de la historia del cine. Hablo de una película repleta de diálogos bastante ingeniosos, un argumento original y unos cameos dignos de la serie "Friends": El último gran héroe, película que fue "fusilada" por la crítica, incluso antes de su estreno.

A día de hoy, no entiendo la finalidad de esa mala publicidad ya que se trata de una de las mejores parodias del cine policíaco y de acción que uno pueda ver. Quizá esté ahí la clave, en la parodia. Muchos críticos tildaron a "El Último Gran Héroe" de película de acción sin más. Sin embargo se trata de una película diferente donde Arnold sabe reírse de sí mismo y del género que lo catapultó a la fama. Y esto lo demuestra mediante el empleo de los ya por aquel entonces manidos chistes malos y no tan malos (Ese, "lo he dejado helado. Toma galleta" aún consigue hacerme reír), el uso exagerado de explosiones en pantalla o la supuesta "invencibilidad" del protagonista. Arnold se ríe de todo esto y de mucho más y nos brinda dos horas de diversión, magia y, porqué no decirlo, acción. Adoro esta película y me parece injusto que, porque se trate de Schwarzenegger, ya sea tildada de bazofia. El actor y ex gobernador ha marcado nuestra vida gracias a grandes películas, como "The Running Man", "Terminator 2" o "True Lies". Películas que nos hacen reír con buenos guiones y nos cautivan con grandes escenas, historias y personajes. Es cierto que la película no es perfecta (el crío co-protagonista resulta insufrible en más de una ocasión) pero una película capaz de incluir un cameo de un gato de dibujos ("Es normal que vuelva a estar de servicio, sólo le suspendieron por un mes") y otro de un Humphrey Bogart en blanco y negro merece, por lo menos, una ovación del público y la crítica.

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: El Laberinto Del Fauno de Guillermo Del Toro.

Hoy me he decantado por algo diferente. Una película que en su día causó sensación entre la crítica y el público. Me refiero a ese oscuro cuento de hadas de Guillermo Del Toro titulado "El Laberinto Del Fauno".
Y es que no hay una mejor definición para ésta historia de fantasía, ambientada en la España franquista, que la de oscura y cruel. La historia gira entorno a Ofelia, una niña que se ve obligada a mudarse a la montaña donde vive su padrastro, un siniestro capitán de la falange, ya que su madre está embarazada y el susodicho las obliga a ambas a mudarse antes de que nazca el bebé ya que "un niño debe nacer donde está su padre". Este despiadado fascista es, quizá, uno de los personajes más crueles del cine de los últimos años y, por mi parte, uno de los más odiados. Desde el principio, observamos su carácter controlador y calculador al no separarse de un viejo reloj de bolsillo (el cual constituye un elemento importante para ayudar a entender al personaje). La despiadada personalidad del personaje deja en pañales a la del tan odiado Rey Joffrey, por emplear una comparación con un personaje de actualidad. Volviendo a la protagonista, la niña es visitada una noche, por un hada que la guía hasta un viejo laberinto, bajo el cual, vive un fauno que revela a la pequeña su auténtico destino: Ella no pertenece al mundo humano sino que es la legítima heredera de un reino subterráneo y para recuperar su trono debe superar tres pruebas que demuestren que no pertenece a nuestro mundo. A partir de aquí la película se deja envolver por la magia pero también por la oscuridad fruto de un trasfondo como es la dictadura de franco y la caza de brujas de sus tropas contra los insurgentes del bando republicano. Ese aspecto es, sin quererlo, uno de los más conseguidos de la película ya que, aunque se trate de un mero instrumento que ayuda a narrar la historia nos permite entender porqué la niña tiene tantos deseos de abandonar este horrible mundo y "volver" a su mundo de fantasía. Si tuviéramos que destacar una escena en particular, sería la de la segunda prueba: No comer del banquete que vigila una horrible y decrépita criatura desprovista de ojos en la cara. Esta es, sin duda, una escena bastante escalofriante que mantiene al espectador en tensión durante unos minutos y que hace que se descontrole y recurra al viejo truco de "hablarle al personaje para que haga algo". Los aficionados al género de terror sabrán de qué hablo, los famosos "no entres ahí" o "¿qué hace el imbécil este?" no faltaran en esta escena.

                                                              Imagen extraída de FilmAffinity

Vayamos al apartado técnico, interpretativo y demás. La película tiene una muy buena fotografía y unos grandes actores (Sergi López resulta sobrecogedor como el siniestro capitán franquista) y la banda sonoro se adapta muy bien a los momentos de tensión o felicidad. El final es, como si de una película de Christopher Nolan se tratase, un tanto abierto a la interpretación del espectador ya que no sabemos realmente cual es, valga la redundancia, la realidad que estamos viendo. Sin embargo estos son los finales que me gustan, aquellos que te dejan pensando unos días sobre "el qué será". Muy recomendable, salvo si esperas el típico cuento de hadas, ya que no lo es en absoluto.

domingo, 18 de agosto de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: El Hombre Elefante de David Lynch.

David Lynch es uno de esos directores cuyas películas están hechas para un público muy particular: Un público que antepone el aspecto visual a la historia. Normalmente, sus obras parecen salidas de una pesadilla de Salvador Dalí (Buen ejemplo de ello es EraserHead y gran parte de Mulholland Drive) pero "El Hombre Elefante" es, junto a "Una historia Verdadera", una de sus películas más... apreciadas por el público en general. Y es que la historia de este hombre con una rara malformación física no queda indiferente para ningún espectador. La historia comienza con uno de esos famosos circos de "fenómenos" o "Freaks", como los llamaban en la época, donde un médico (interpretado por el siempre correcto Anthony Hopkins) encuentra a John Merrick (a quien da vida un irreconocible John Hurt), un hombre aquejado de una horrible enfermedad que le ha provocado una serie de malformaciones físicas. Estás malformaciones le han dado el sobrenombre, entre el mundillo de representantes circenses sin escrúpulos, enanos y mujeres barbudas, de "Hombre Elefante" según dicen porque su madre fue "atacada por un elefante mientras estaba embarazada". En un primer momento, Merrick sólo es el instrumento del médico para alcanzar la fama en el mundo de la medicina. Pero, conforme avanza la película, la relación con Merrick se va estrechando y surge la amistad entre ambos.

Advertir que, si se busca una biografía del personaje, una película que refleje su vida con total fidelidad, ésta no es la película adecuada, lo mejor sería leer su autobiografía si esto es lo que se busca. La película refleja la verdadera deformidad de finales del siglo XVIII: La deformidad de una sociedad en plena transición.
Una sociedad que carece de algo clave si se quiere tener una sociedad sana: Piedad. Por los más desfavorecidos, por los que son diferentes y por aquellos que han nacido bajo una posición social que no pueden cambiar. Pero no pretendo sacar a relucir ese análisis que hace Lynch de la sociedad como un animal enfermo y despiadado. Sobre todo, porque eso ya se ha hecho en más de una ocasión a la hora de analizar ésta película.




La película está rodada en blanco y negro al igual que la ópera prima de Lynch, "EraserHead" perturbadora obra más propia de un oscuro mundo onírico que de una pantalla de cine. Pero, a diferencia de esta, "El Hombre Elefante" es una película con un presupuesto sólido que sirvió a Lynch para dirigir a estrellas en alza, como John Hurt y Anthony Hopkins. Curiosamente, la película fue producida por Mel Brooks, autor de comedias como "El Jovencito Frankenstein" o "Space Balls", que tuvo que ocultar su implicación en el proyecto para evitar que la obra se asociara con el género cómico, tan propio de él.

A destacar escenas muy emotivas, como aquella en la que Merrick asiste a tomar el té en casa del Doctor Treves o las escenas en la que habla de su madre con nostalgia y dolor pero a la vez con un amor incondicional que, sin duda, constituye la única fuerza de voluntad del personaje, la fuerza que le anima a seguir viviendo.

En resumen, "El Hombre Elefante" es una obra imprescindible para los fans del cine en general y de David Lynch en particular. Una película que, puede hacerse algo lenta durante la última media hora, pero nos hará pensar y ayudará a estimular esa parte de nuestro cerebro donde reside la empatía.