lunes, 4 de noviembre de 2013

Razón de mi ausencia

Hace ya dos meses desde mi última entrada y me gustaría compartir con vosotros la razón de mi ausencia.
Hace ya casi dos meses, me cogieron como redactor en una web de noticias relacionadas con el mundo del cine, el cómics y todos los demás temas y entretenimientos que a mi me encantan. La web se llama http://www.lacasadeel.net/ y tengo que decir que llevo ya un tiempo como parte de este hermoso proyecto y no puedo estar más contento. Se valora mi trabajo y eso me gusta, aunque aún no me he habituado completamente al estilo. Bueno no os distraigo más, si queréis seguir leyéndome, pasaos por allí.
Pd: Siempre que necesite compartir algo... más personal con el mundo, lo haré en este blog, de modo que esto es más un "Hasta luego" que un "Adiós".

lunes, 26 de agosto de 2013

En defensa de Jack Slater.

Los que se hayan dado un paseo por este blog se habrán percatado de que soy un gran fan de ese inmigrante austriaco que nació en "un año de hambruna". Me refiero, como no, a Arnold Schwarzenegger. Un tipo carismático donde los haya que siempre ha tratado de entretenernos con películas que jamás ganarán un Oscar o al menos no gracias a él, pero que siempre han cumplido lo que prometían: Puro entretenimiento. Pero no he venido aquí para hablar del actor, eso ya lo hice en otra entrada. No, hoy vengo a hablaros de la que quizá sea una de las películas más infravaloradas de la historia del cine. Hablo de una película repleta de diálogos bastante ingeniosos, un argumento original y unos cameos dignos de la serie "Friends": El último gran héroe, película que fue "fusilada" por la crítica, incluso antes de su estreno.

A día de hoy, no entiendo la finalidad de esa mala publicidad ya que se trata de una de las mejores parodias del cine policíaco y de acción que uno pueda ver. Quizá esté ahí la clave, en la parodia. Muchos críticos tildaron a "El Último Gran Héroe" de película de acción sin más. Sin embargo se trata de una película diferente donde Arnold sabe reírse de sí mismo y del género que lo catapultó a la fama. Y esto lo demuestra mediante el empleo de los ya por aquel entonces manidos chistes malos y no tan malos (Ese, "lo he dejado helado. Toma galleta" aún consigue hacerme reír), el uso exagerado de explosiones en pantalla o la supuesta "invencibilidad" del protagonista. Arnold se ríe de todo esto y de mucho más y nos brinda dos horas de diversión, magia y, porqué no decirlo, acción. Adoro esta película y me parece injusto que, porque se trate de Schwarzenegger, ya sea tildada de bazofia. El actor y ex gobernador ha marcado nuestra vida gracias a grandes películas, como "The Running Man", "Terminator 2" o "True Lies". Películas que nos hacen reír con buenos guiones y nos cautivan con grandes escenas, historias y personajes. Es cierto que la película no es perfecta (el crío co-protagonista resulta insufrible en más de una ocasión) pero una película capaz de incluir un cameo de un gato de dibujos ("Es normal que vuelva a estar de servicio, sólo le suspendieron por un mes") y otro de un Humphrey Bogart en blanco y negro merece, por lo menos, una ovación del público y la crítica.

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: El Laberinto Del Fauno de Guillermo Del Toro.

Hoy me he decantado por algo diferente. Una película que en su día causó sensación entre la crítica y el público. Me refiero a ese oscuro cuento de hadas de Guillermo Del Toro titulado "El Laberinto Del Fauno".
Y es que no hay una mejor definición para ésta historia de fantasía, ambientada en la España franquista, que la de oscura y cruel. La historia gira entorno a Ofelia, una niña que se ve obligada a mudarse a la montaña donde vive su padrastro, un siniestro capitán de la falange, ya que su madre está embarazada y el susodicho las obliga a ambas a mudarse antes de que nazca el bebé ya que "un niño debe nacer donde está su padre". Este despiadado fascista es, quizá, uno de los personajes más crueles del cine de los últimos años y, por mi parte, uno de los más odiados. Desde el principio, observamos su carácter controlador y calculador al no separarse de un viejo reloj de bolsillo (el cual constituye un elemento importante para ayudar a entender al personaje). La despiadada personalidad del personaje deja en pañales a la del tan odiado Rey Joffrey, por emplear una comparación con un personaje de actualidad. Volviendo a la protagonista, la niña es visitada una noche, por un hada que la guía hasta un viejo laberinto, bajo el cual, vive un fauno que revela a la pequeña su auténtico destino: Ella no pertenece al mundo humano sino que es la legítima heredera de un reino subterráneo y para recuperar su trono debe superar tres pruebas que demuestren que no pertenece a nuestro mundo. A partir de aquí la película se deja envolver por la magia pero también por la oscuridad fruto de un trasfondo como es la dictadura de franco y la caza de brujas de sus tropas contra los insurgentes del bando republicano. Ese aspecto es, sin quererlo, uno de los más conseguidos de la película ya que, aunque se trate de un mero instrumento que ayuda a narrar la historia nos permite entender porqué la niña tiene tantos deseos de abandonar este horrible mundo y "volver" a su mundo de fantasía. Si tuviéramos que destacar una escena en particular, sería la de la segunda prueba: No comer del banquete que vigila una horrible y decrépita criatura desprovista de ojos en la cara. Esta es, sin duda, una escena bastante escalofriante que mantiene al espectador en tensión durante unos minutos y que hace que se descontrole y recurra al viejo truco de "hablarle al personaje para que haga algo". Los aficionados al género de terror sabrán de qué hablo, los famosos "no entres ahí" o "¿qué hace el imbécil este?" no faltaran en esta escena.

                                                              Imagen extraída de FilmAffinity

Vayamos al apartado técnico, interpretativo y demás. La película tiene una muy buena fotografía y unos grandes actores (Sergi López resulta sobrecogedor como el siniestro capitán franquista) y la banda sonoro se adapta muy bien a los momentos de tensión o felicidad. El final es, como si de una película de Christopher Nolan se tratase, un tanto abierto a la interpretación del espectador ya que no sabemos realmente cual es, valga la redundancia, la realidad que estamos viendo. Sin embargo estos son los finales que me gustan, aquellos que te dejan pensando unos días sobre "el qué será". Muy recomendable, salvo si esperas el típico cuento de hadas, ya que no lo es en absoluto.

domingo, 18 de agosto de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: El Hombre Elefante de David Lynch.

David Lynch es uno de esos directores cuyas películas están hechas para un público muy particular: Un público que antepone el aspecto visual a la historia. Normalmente, sus obras parecen salidas de una pesadilla de Salvador Dalí (Buen ejemplo de ello es EraserHead y gran parte de Mulholland Drive) pero "El Hombre Elefante" es, junto a "Una historia Verdadera", una de sus películas más... apreciadas por el público en general. Y es que la historia de este hombre con una rara malformación física no queda indiferente para ningún espectador. La historia comienza con uno de esos famosos circos de "fenómenos" o "Freaks", como los llamaban en la época, donde un médico (interpretado por el siempre correcto Anthony Hopkins) encuentra a John Merrick (a quien da vida un irreconocible John Hurt), un hombre aquejado de una horrible enfermedad que le ha provocado una serie de malformaciones físicas. Estás malformaciones le han dado el sobrenombre, entre el mundillo de representantes circenses sin escrúpulos, enanos y mujeres barbudas, de "Hombre Elefante" según dicen porque su madre fue "atacada por un elefante mientras estaba embarazada". En un primer momento, Merrick sólo es el instrumento del médico para alcanzar la fama en el mundo de la medicina. Pero, conforme avanza la película, la relación con Merrick se va estrechando y surge la amistad entre ambos.

Advertir que, si se busca una biografía del personaje, una película que refleje su vida con total fidelidad, ésta no es la película adecuada, lo mejor sería leer su autobiografía si esto es lo que se busca. La película refleja la verdadera deformidad de finales del siglo XVIII: La deformidad de una sociedad en plena transición.
Una sociedad que carece de algo clave si se quiere tener una sociedad sana: Piedad. Por los más desfavorecidos, por los que son diferentes y por aquellos que han nacido bajo una posición social que no pueden cambiar. Pero no pretendo sacar a relucir ese análisis que hace Lynch de la sociedad como un animal enfermo y despiadado. Sobre todo, porque eso ya se ha hecho en más de una ocasión a la hora de analizar ésta película.




La película está rodada en blanco y negro al igual que la ópera prima de Lynch, "EraserHead" perturbadora obra más propia de un oscuro mundo onírico que de una pantalla de cine. Pero, a diferencia de esta, "El Hombre Elefante" es una película con un presupuesto sólido que sirvió a Lynch para dirigir a estrellas en alza, como John Hurt y Anthony Hopkins. Curiosamente, la película fue producida por Mel Brooks, autor de comedias como "El Jovencito Frankenstein" o "Space Balls", que tuvo que ocultar su implicación en el proyecto para evitar que la obra se asociara con el género cómico, tan propio de él.

A destacar escenas muy emotivas, como aquella en la que Merrick asiste a tomar el té en casa del Doctor Treves o las escenas en la que habla de su madre con nostalgia y dolor pero a la vez con un amor incondicional que, sin duda, constituye la única fuerza de voluntad del personaje, la fuerza que le anima a seguir viviendo.

En resumen, "El Hombre Elefante" es una obra imprescindible para los fans del cine en general y de David Lynch en particular. Una película que, puede hacerse algo lenta durante la última media hora, pero nos hará pensar y ayudará a estimular esa parte de nuestro cerebro donde reside la empatía.

viernes, 26 de julio de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: "Esencia de Mujer" con Al Pacino.

Hay películas que, a pesar de que en su día causaron una gran sensación, han sido enterradas en las arenas del tiempo y condenadas al olvido. Eso es lo que, en mi opinión, ha ocurrido con esta obra. Una película que yo ni siquiera conocía hace unos meses pero que, debido a su calidad y a su impresionante guión, se ha convertido en una de mis películas favoritas. La historia gira entorno a un coronel del ejército estadounidense retirado que sufre de ceguera llamado Frank Slade. A Slade lo acompaña Charlie Simms, un universitario de origen humilde que se ofrece a cuidar del malhumorado invidente con el objetivo de reunir dinero para visitar a sus padres. La película narra la relación entre ambos a través de un fin de semana, en el que cada uno conocerá la forma de vivir del otro y aprenderá de ella. Como es costumbre, prefiero no seguir desvelando el argumento para no fastidiaros nada cuando decidáis verla.

El apartado técnico es muy de los 90,  se reconoce el estilo de la década con planos lejanos y escenas bien montadas. Pero como nunca ha sido mi fuerte analizar este aspecto del cine, mejor no entro mucho en materia para no dejarme en evidencia.
Destacar la banda sonora de Thomas Newman, cuyo estilo será muy reconocido por películas como "Camino a la Perdición". Pero lo mejor de la película y la principal razón por la que hay que verla es Al Pacino, quien recibió el Oscar por su interpretación. Pacino llena la pantalla, no solo por su perfecta interpretación de un invidente, sino por el fuerte carácter del que dota a su personaje y la transformación que este experimenta siendo odiado, al principio, por el espectador y, a medida que se desarrolla la historia, provocando una admiración y cariño que pocos actores consiguen transmitir a través de sus personajes. Y el discurso final... Bueno mejor vedlo, porque resulta impresionante y un verdadero reflejo de la discriminación de las clases más bajas en el sistema educativo estadounidense (y me atrevería a decir que dicha discriminación puede extrapolarse a varios países europeos). Chris O' Donnell también consigue dotar de humanidad y carisma a su personaje pero, por desgracia, lo malo de trabajar con Pacino es que rara vez no quedas eclipsado por su talento. Pero, aún así, O'Donnell realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera. Los secundarios, como Philip Seymour Hoffman, están correctos, nada más.

Y poco más podría decir de semejante obra maestra, sólo que pocos se sentiran decepcionados y que sus dos horas y media de duración se os pasarán volando. Gracias por vuestra atención y disfrutad de la película.

Pd: Para los impacientes, un alma generosa ha subido el discurso final de Pacino a Youtube. Aquí lo tenéis: (¡Ojo, tiene spoilers!).





viernes, 28 de junio de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: "Pozos de Ambición".

Después de casi dos años en mi lista de películas pendientes, me decidí a ver esta historia sobre esos hombres que sentaron las bases del actual capitalismo estadounidense. Me refiero a los pioneros del negocio del petróleo. Hombres movidos por su fe en la prosperidad que puede proporcionar un país emergente como este. Hombres movidos, como bien reza el título del film, por su ambición. La figura del magnate de la industria está personificada en esta historia por Daniel Plainview (cuyo apellido sirvió como nombre para el complejo de extracciones petroleras que aparecía en el videojuego "Red Dead Redemption", una curiosa referencia a la película por parte de los chicos de Rockstar). Plainview comienza siendo un humilde buscador de plata, un hombre que trabaja de sol a sol para buscar su sustento. Hasta que un día, tras un pequeño accidente, descubre un yacimiento de lo que se conocerá como "oro negro". El primero de muchos yacimientos que serán explotados por Daniel. 

La historia abarca desde finales del siglo XIX hasta la crisis de 1929, período en el que Plainview tendrá un hijo llamado H.W.. Un hijo que representará la estabilidad y futuro de su empresa petrolera y que dará a Plainview un aire más humano frente a los pobres campesinos que tienen, lo sepan o no, oro negro en sus tierras. Un día, nuestro protagonista y su hijo son visitados por un muchacho que asegura conocer el paradero de una gran reserva subterránea de petróleo. El lugar en cuestión, un pueblecito llamado Little Boston, está regido (extraoficialmente) por un párroco llamado Eli Sunday, quien hará todo lo posible por reconducir la fe de Daniel y de su hijo. Este objetivo está destinado al fracaso, ya que vemos como Daniel está motivado sólo por su propia ambición. Una ambición enmascarada con la fe, "al estilo americano" como suele decirse (recordemos ese "En Dios confiamos" impreso en los billetes de a dolar).



                                                           Cartel promocional de la película

La película es una magistral reflexión sobre la fe y el capitalismo en EEUU, sobre como un país "temeroso de Dios" tomó como verdadero mesías al papel moneda y como biblia a los informes de la reserva federal. El lado oscuro del capitalismo es, según vamos viendo en la película, el único lado posible. Un lado que disfruta explotando y engañando a los débiles, analfabetos y estúpidos con el único objetivo de enriquecerse. Y la personificación de este capitalismo es Daniel Day-Lewis en el papel del mentiroso Plainview. Un hombre que, como vemos, poco a poco va perdiendo sus valores y sus sentimientos, que son reemplazados por la codicia y la desconfianza. Un hombre física y mentalmente exhausto por una vida de ambición. Un hombre que antepuso su bienestar económico al bienestar de su propio hijo, pero eso solo podréis saberlo si veis la película. 


¡Ojo! No es una película para todos los gustos ya que sus 155 minutos de duración no se hacen cortos, precisamente. Además, el personaje exige cierta sobreactuación que muchos no perdonarán al señor Lewis, aún así su interpretación de este oscuro "héroe" del capitalismo le valió el Óscar al mejor actor en 2007. Lo dicho, si tenéis tiempo y paciencia seréis recompensados con una gran historia y una magnífica reflexión sobre el capitalismo. Pero su excesiva y a la vez justificada duración (los hechos narrados abarcan un cuarto de siglo) pueden echar para atrás a más de un espectador. Le doy un 8 sobre 10 y, quizá en un futuro, un segundo visionado para aclarar ciertos aspectos algo ambiguos como ¿Quién era realmente ese misterioso visitante que avisa a Plainview del yacimiento de Little Boston?

sábado, 22 de junio de 2013

El arte de crear música en el cine

Estaba haciendo el vago, jugando a la consola y manteniendo la mente ocupada en mis cosas, cuando en mi mente han empezado a sonar un par de canciones. Pero no unas canciones cualesquiera, sino clásicos que todos hemos oído alguna vez y que pertenecen a películas inolvidables, que no lo serían sino fuera por estas piezas. Hoy quiero dedicarle una pequeña entrada a esos clásicos que, aunque no sean los mejores, sí que son mis favoritos. Aquí está mi lista de mejores temas del cine.

Aunque la mayoría de las canciones son instrumentales, me gustaría hablar en primer lugar de una que formó parte de la banda sonora de la película "Los Inmortales", con Christopher Lambert y Sean Connery. Hablo de aquella pieza llamada "Who want's to live forever?" que el grupo Queen compuso e interpretó expresamente para el film. Es quizá, junto con otros clásicos del grupo, una de las mejores canciones de Queen y más si tenemos en cuenta el esfuerzo que supone adaptar la letra de una canción a una película.

La siguiente canción será especialmente recordada por los de mi generación, ya que esta ha sido la banda sonora de nuestra infancia. Me refiero al tema principal de "Regreso al Futuro", obra del compositor Alan Silvestri quien pondría la música a la mayoría de películas de Robert Zemeckis, director de la trilogía. La película posee muy buenas piezas musicales, como "The Power of Love" de Huey Lewis (que incluso haría un pequeño cameo en la primera parte de la saga) o la versión de Michael J. Fox de "Johnny B. Goode" pero la más recordada es, sin duda, la música introductoria de la película.

Muchos fans de la saga Star Wars desaprueban la nueva trilogía por motivos diversos pero no se puede dudar que estas tres nuevas historias que narran aquello que ocurrió antes de "Una nueva esperanza" nos brindaron una pieza que yo, personalmente, no puedo escuchar sin sentir un pequeño escalofrío y ver como se me eriza el vello. Hablo de "Duel of the Fates" de John Williams. La pieza acompaña los dos mejores duelos de la trilogía, el que tiene lugar entre Darth Maul, Qui Gon Jinn y Obi Wan Kenobi, y el duelo final entre Darth Vader y Obi Wan. La pieza perfecta para ambas escenas.

Aunque se ha parodiado en incontables ocasiones, el tema principal de "Carros de Fuego" interpretado por Vangelis sigue siendo uno de los clásicos que todos podemos recordar, incluso quienes no hayan podido ver la película pueden reconocer su sintonía en pocos segundos. Pocos son los temas que transmiten tanta fuerza y esperanza como esta obra.




Otra canción capaz de transmitir sentimientos semejantes es la que pudimos escuchar en la película "La Misión", cuya banda sonora corrió a cargo del veterano Ennio Morricone quien nos sorprendió con unos temas muy alejados de su particular estilo "Spaghetti Western" al que nos tenía acostumbrados. Huelga decir que los clásicos de esas mismas películas, sobre todo las aparecidas en la trilogía del dólar o en "Hasta que llegó su hora", constituyen también piezas inolvidables .

Pero si hay una canción que definió mi infancia fue aquella obrita que Danny Elfman compuso para una película de Tim Burton en 1989. Hablo de tema principal de "Batman", una canción que sirvió de inspiración para la que luego aparecería en la serie animada del mismo personaje. Imágenes del Batwing surcando los cielos o del Joker sembrando el caos, acuden a mi mente cuando escucho esa canción.

Otro día "volveré" con otras nuevas sintonías que yo, por lo menos, jamás olvidaré. 

*Los vídeos aquí expuestos son obra de sus respectivos dueños y no me pertenecen. Los exhibo como mero apoyo visual y sonoro para el artículo.






lunes, 13 de mayo de 2013

"Cómo lágrimas... en la lluvia."

Ayer, recibí una noticia bastante triste: Constantino Romero había muerto. Quién ha sido durante más de cuarenta años la verdadera Voz del cine, había fallecido de una enfermedad neurológica. Desde Clint Eastwood hasta Arnold Schwarzenegger, desde Mufasa hasta Darth Vader... Todos personajes y actores maravillosos y muy recordados por generaciones de cinéfilos y no tan cinéfilos, que Romero cubrió de un aire de nobleza y solemnidad. Una voz que muchos recodaremos como la voz de nuestra infancia, una voz inimitable y que no olvidaremos en mucho mucho tiempo. Te echaremos de menos, Constantino. Siempre serás una de los mejores, sino el mejor, actor de doblaje que hemos tenido en este país.
Descansa en paz, genio. Y que sepas que todos los recuerdos que nos has regalado gracias a tu voz no se perderán cómo lágrimas en la lluvia.

Y, por supuesto:

miércoles, 8 de mayo de 2013

Curiosidades y anécdotas del cine. Primera parte.

Buenas noches. Hoy me apetecía hacer algo distinto, así que he decidido contaros algunas anécdotas del cine que he ido recopilando y leyendo con los años.

La primera es una que me resulto muy divertida. En "Buscando a Nemo" el Tiburón Blanco "Vegetariano" se llama Bruce ¿Verdad? Bien, pues este nombre no surgió fruto de la casualidad. En el rodaje de la película "Jaws", Steven Spielberg llamaba, "cariñosamente", Bruce a la maqueta del terrorífico tiburón blanco que da más de un quebradero de cabeza a Roy Schneider. Pixar le puso ese nombre a su personaje en homenaje a esta anécdota.

Ya que hablamos de Steven Spielberg, su primer perro, el cual tuvo durante casi toda su infancia, se llamaba Indiana ¿Os suena? ¡Que va! ¡Si sólo es el nombre con el que todos recordamos al arqueólogo más famoso de la gran pantalla!

A pesar de que "Fargo" es anunciada como una historia real, los hermanos Coen desmintieron dicha veracidad. Fue un truco "publicitario" por así decirlo.

Y creo que por hoy ya está bien, os dejo una foto de Bruce con el hombre que lo catapultó a la fama:

domingo, 21 de abril de 2013

¿Qué opino de...? Hoy: ¡Rompe Ralph!

Buenos días, buenas tardes o buenas noches.
Hoy voy a hablar de esa peliculilla que nos sorprendió las pasadas navidades con una idea de lo más original. Os hablo de "¡Rompe Ralph!". Contrariamente a lo yo creía hasta hace unos minutos, la película no es de Pixar (Lo cual cuesta creer, por lo bien hecha que está y la historia tan original e interesante que nos cuenta) sino de la compañía Disney que, por una vez, no nos bombardea con canciones en cada escena de la película. La historia gira entorno a Ralph, un villano que está harto de ver como su antagonista, "Fix' it" Félix, se lleva todo los aplausos y el reconocimiento mientras él no recibe el más mínimo ánimo. En una de sus noches en el bar de "Tapper", oye hablar de un nuevo juego donde podría ganar algo con lo que obtener cierto reconocimiento: La medalla del héroe. El juego en cuestión, Hero's Duty,  es una mezcla entre Call of Duty, Halo y Mass Effect, y se trata del primer "mundo" que Ralph visitará. De hecho lo que ha decepcionado bastante, aunque eso no significa que sea una mala película ni mucho menos, es que nuestro protagonista solo visita dos mundos: Hero's Duty y Sugar rush, una especie de Mario Kart hecho de gominolas y dulces. Prefiero esto, ya que un bombardeo de personajes de varios videojuegos podría haber provocado una historia poco interesante y con varios hilos argumentales difíciles de enlazar de forma convincente.  Lo que iba diciendo, en Sugar Rush, Ralph conocerá a Penélope, una niña que desea competir en las carreras del juego pero que, al tratarse de un "glitch" (es decir de un fallo del juego) no puede, siendo esta perseguida por la policía (Por cierto, este es uno de los chistes que más gracia me hizo, los polis eran Donuts) desencadenando una serie de situaciones y demás que no quiero destriparos aquí, tendréis que verla.



La película, aunque no tiene tan buenas bromas como "Toy Story", es graciosa pero lo verdaderamente importante no es el humor sino la historia que nos cuenta. Una historia emocionante y entretenida que nos hace reflexionar sobre el bien y el mal. Alguien dijo una vez que todo héroe necesita un villano que se ajuste a él, y Ralph es un buen ejemplo de ellos. Un ejemplo de que, aunque no prestemos atención a las personas que se cruzan en nuestra vida, sin ellas no seríamos nosotros mismos y que no todo es blanco o negro, bueno o malo, moral o amoral.
¿Lo bueno de esta película? Los personajes y la historia que nos cuentan. Me resulto muy divertida la escena en la que uno de los soldados de "Hero's Duty" habla de la comandante del juego, diciendo que "la programaron con la historia más trágica imaginable". Esa escena me recordó a otra de "El último gran héroe", donde el personaje se cuestionaba si los guionistas son conscientes del dolor que causan a sus personajes. También me gustó el giro final que, aunque los más hábiles a la hora de predecir finales se lo imaginaran, a mí me sorprendió y me agradó enormemente.
¿Lo malo? Bueno, es difícil buscarle algún fallo o algo que no te guste a esta película pero, como ya dije antes, muchos esperábamos más escenas con los personajes "famosos" que salen en ella. Zangief, Ryu o M. Bison de "Street Fighter", Kano de "Mortal Kombat" o Sonic, apenas salen unos minutos pero esto no es nada malo, cumplen su función que es aportar cierta curiosidad al film y su poca presencia nos permite centrarnos en personajes como Ralph, Félix o Penélope. El final pues... a no ser que seas muy bueno previéndolos, como ya dije antes, te gustará bastante.
Y poco más, tan sólo deciros que espero que os haya gustado la película, que os haya gustado mi crítica y que gracias por pasaros por aquí. Un saludo y ya nos veremos en el futuro... o en el pasado.





jueves, 11 de abril de 2013

1997: El rescate de John Carpenter.

En 1981, el cine ochentero apenas nos había dado un mero aperitivo de las delicias que nos depararía a lo largo de toda esa década. Antes de clásicos como "Los Cazafantasmas", "La Jungla de Cristal" o, una de mis favoritas, "Regreso al Futuro"; John Carpenter nos sorprendió con una película que mezclaba acción, ciencia ficción y cierto suspense: "1997: Rescate en Nueva York."

                                                            Cartel promocional de la película.

La historia gira entorno a un ex-militar, ex-héroe de guerra y, en definitiva y como decía una famosa frase, ex-buen tipo. El nombre de nuestro particular héroe es Serpiente Plissken ¿Cómo? ¿Qué os suena eso de "Serpiente"? Lógico, puesto que este personaje sería la inspiración para los creadores del famoso Metal Gear Solid (¿Pero qué coño? ¿Ha dicho Metal Gear Solid?) para crear a uno de los mayores héroes de nuestra infancia, al menos de mi generación: Solid Snake. Dicho este dato curioso, el señor Plissken (bien interpratado por Kurt Russel) es lo que en el cine se conoce como "un Badass", es decir, no se trata de hacerse el duro sino de ser realmente un duro del cine. Por ejemplo, cuando el jefe de policía de la ciudad-cárcel (Sí, efectivamente Carpenter pensaba que en 1997 la ciudad de Nueva York sería una enorme cárcel aislada) le pide, o mejor dicho le obliga, a que rescate al presidente de los EEUU que, debido a un acto terrorista frustrado, se encuentra prisionero en la isla de Manhattan. "Debe usted rescatar al presidente" Es la orden del personaje de Cleef y la respuesta de nuestro héroe no es otra que "¿Presidente de qué?". También destaca al escena en la que, en medio de todo el caos, Serpiente se toma unos minutos para sentarse en una silla, en plena calle y a altas horas de la madrugada, sin preocuparle las bandas que puedan asaltarle.
La premisa puede parecer algo simplista pero, como dijo Walter Sobchak, "Su belleza radica en su sencillez". Además no es el inicio lo que nos interesa, sino el desarrollo de la historia que, por supuesto, no os pienso destripar. Sólo deciros que, vale la pena ver la película por varias razones:

 - Es una de las últimas películas que hizo Lee Van Cleef, sempiterno villano del cine, antes de           fallecer. Y una de las pocas en las que no hace de malo, al menos, no del todo.

- Porque es un icono del cine ochentero en general y del género apocalíptico en particular.

- Y, por supuesto, porque es de John Carpenter, uno de los mejores directores de esa década y todo un maestro del terror y la ciencia ficción.

Atentos también al magnífico plantel de secundarios que acompañan a Cleef y a Russell, entre los que destacan un taxista poco ortodoxo interpertado por Ernest Borgnine (descanse en paz, Ernie), un contrabandista de Gasolina al que da vida Harry Dean Stanton (el preso chiflado con el que realizaban las pruebas de la silla eléctrica en "La milla verde") y un "Duque" de Nueva York y, principal villano al que debe enfrentarse Plissken si quiere rescatar al presidente, interpretado por Isaac Hayes (quien se hizo famoso por crear e interpretar la sintonía principal de "Shaft", todo un clásico de la Blaxploitation).
En definitiva, si aún no la habéis visto o os han entrado ganas de volver al verla al leer estas líneas, adelante porque... una buena película, cómo un buen libro, nunca se ha visto lo suficiente.
Pd: Carpenter siempre ha sido experto en mostrarnos la cara más decadente de la sociedad americana pero, sin duda, en esta película no podemos sino maravillarnos por ese reflejo en un espejo roto que nos da de su nación.














domingo, 24 de marzo de 2013

Pequeña Miss Sunshine: Esa joyita del cine independiente americano.

Hoy, día de tranquilidad, de peli y sofá, he visto una película que tenía pendiente desde hace bastante tiempo y que me ha sorprendido gratamente. Hablo de "Little Miss Sunshine", la historia de una familia atípica de los Estados Unidos que emprende una pequeña odisea en busca de la realización personal de la pequeña de la familia. Esta meta llegará en forma de concurso de belleza infantil. Esta familia, que es de todo menos normal, está compuesta por: Un padre experto en programas para alcanzar el éxito que, irónicamente, no tienen éxito comercial, un abuelo heroinómano y con incontinencia verbal (Magistral Alan Arkin en el papel del anciano), un adolescente aficionado a Nietzsche y con mutismo voluntario, un hermano homosexual y experto en  Proust profundamente deprimido por el abandono de su novio y su hermana, la "Mater" de la familia que pretende dar un poco de estabilidad a este caos. Junto a este variopinto grupo, se encuentra nuestra protagonista, una niña de siete años que es capaz de despertar la simpatía del espectador con una simple sonrisilla. Claro ejemplo de ello, es la escena de la gasolinera o la de la prueba de baile en el concurso de belleza. El papel corre a cargo de Abigail Breslin, a quien ya vimos en películas como "Señales" o "Zombieland". Completan el reparto profesionales como Steve Carrell (el afamado Michael Scott de "The Office") dando vida a nuestro deprimido experto en Proust y quien, junto a Paul Dano, nos brinda algunas de las escenas más destacables de la película. El papel de patriarca de la familia lo desempeña el siempre correcto Greg Kinnear que, en mi opinión, no hacía una película tan buena desde  "Mejor... Imposible". El reparto lo completa Toni Collette (protagonista de la serie "United States of Tara") que da vida a la madre de la familia, además de otros actores como Bryan Cranston (quien se hizo famoso por ser "el padre de Malcolm" o por su papel en "Breaking Bad" ).
                                                         Cartel y caratula de DVD, de la película

La película es perfecta en muchos sentidos, fotografía, montaje, sonido, y, si tuviéramos que mencionar algún fallo sería que ciertas escenas dramáticas parecen demasiado forzadas, aunque no son muchas.
En definitiva, una película que no decepcionará nadie ya sean amantes de las tragicomedias, del cine independiente o, simplemente, desean ver una película diferente. Ahora sólo os falta disfrutar de esta historia familiar no apta para todas las familias.

martes, 19 de febrero de 2013

Arnold Schwarzenneger o "El rey midas de los 80".

En la breve historia del cine ha habido toda clase de personajes, desde Ronald Reagan, que acabó convirtiéndose en presidente de los Estados Unidos, a Clint Eastwood, que empezó siendo un actor de reparto en el cine de serie B más "olvidable", como Tarántula o Revenge of the Creature, donde sus papeles apenas abarcaban unos minutos de la trama. Pero ninguno de ellos puede compararse, para bien o para mal, con el héroe de acción por antonomasia: Arnold Schwarzenegger. El ex "Governator" de California, empezó siendo un rudimentario y atolondrado Hércules en Nueva york para acabar interpretando a héroes del calibre de Conan, el T-800 o, el menos conocido aunque uno de mis favoritos, Jack Slater. En cualquiera de los caso, Arnold siempre tuvo la habilidad de convertir una película mediocre en un gran espectáculo, solo con su presencia. De convertir la mediocridad en oro, por así decirlo

El actor austriaco es y será siempre, junto a Bruce Willis o Bruce Campbell, un icono de los 80. Entre su filmografía cabe destacar una pequeña joya de 1985 que Arnie protagonizó junto a una desconocida, y joven, Alyssa Milano (sí sí la de Embrujadas). Un año después de que nos helara la sangre con su papel de némesis de Sarah Connor, Schwarzenegger interpretó a un jefe de operaciones especiales retirado llamado John Mátrix, como la película de Keanu Reeves, que se ve obligado a volver al servicio activo para rescatar a su hija (interpretada por la actriz antes mencionada). Hablamos de Commando. La película es una sucesión de persecuciones, diálogos chorras, como "¿Recuerdas que prometí matarte el último? ¡Mentí!" o "¿Dejaste algo para nosotros? Sí, cadáveres", y sintonías compuestas por James Horner (con su muy bien definido estilo que ya vimos en Danko o en la bilogía de Límite 48 horas y 48 horas más). Pero lo que más sorprende de esta película es, aparte del tiroteo final que a mi me gusta llamar "Arnie vs el mundo", el villano o mejor dicho sus villanos. Empecemos por Sally, interpretado por el sempiterno villano de los 80: David P. Kelley. Lejos de su papel en The Warriors, en el que casi inspiraba miedo, el personaje de Kelly en Commando da un poco de pena, sobre todo en la escena en la que "liga" con la azafata. En el otro extremo tenemos a Dan Hedaya, villano semi-profesional, quien provoca la ira de Mátrix al secuestrar a su hija. Junto a Hedaya hay un villano casi tan penoso como el personaje de Kelley que no mencionaré aquí, tendréis que ver la película. En definitiva, toda una trepidante vorágine de acción y violencia, de visión obligada para todo amante del cine ochentero y del actor astroestadounidense. ¡Ah! Un pequeño consejo, recomiendo ver la película tanto en VOSE como en Castellano, ya que hay diálogos que pierden en Castellano (Como el de "Right? Wrong! BANG) y otros que ganan bastante (Como los antes mencionados). En último lugar sólo me queda decir... ¡Buen visionado!